Susana López
Susana López García
Nació el 24 de febrero de 1960, en la ciudad de Portoviejo. Tiene 54 años, es de piel blanca, ojos cafés, de estatura baja, bondadosa, tiene un corazón que desborda cariño, amor y respeto, para todo aquel que acude A ella. Mujer trabajadora, toda una señora es Susanita, como la llaman sus amigos en el cole
Estudió la primaria, en la escuela Francisco Pacheco de Portoviejo, la secundaria en el colegio Normal “23 de Octubre” de Montecristi, su preparación universitaria la realizó en Universidad Técnica de Manabí, y por último en la Universidad Técnica Equinoccial, en la Ciudad de Quito realizó la maestría, tiene sirviendo en el magisterio 33 años con 9 meses exactos. Llegó como estudiante a los 12 años de edad, al colegio que en aquella época, se llamaba Normal 23 de Octubre, desde entonces tenía el firme propósito de ser maestra.
Recién graduada y con 18 años, empezó a trabajar en comisión de servicio, en el colegio experimental “23 de Octubre”, ya en 1980 a los 20 años, obtuvo su nombramiento en el Magisterio, la profe Suanita, labora hasta la actualidad en la Unidad Educativa Fiscal “Veintitrés de Octubre”.
Nuestra alegre maestra, tiene 4 hijos los cuales son todos profesionales: Adrián Molina López de 30 años, es Médico, su segundo hijo Fernando, tiene 29 años, es ingeniero civil, su tercera hija Arelis, tiene 27 años, ella es Psicóloga clínica y su último hijo Giuseppe de 24 años, Medico.
En el mundo profesional, se inició como ayudante en secretaria, luego fue Bibliotecaria, Técnico de laboratorio Pedagógico, Inspectora- profesora, Coordinadora del comité de calidad, cuando el colegio era experimental, Vicerrectora, y actualmente Docente.
La profe Susanita, ha visto progreso en la Unidad Educativa que tanto quiere, en la infraestructura, en la calidad de los docentes, de los estudiantes, aún hay que mejorar mucho, los chicos deben desarrollar hábitos de estudios, para que les vaya bien en proceso de aprendizaje, vivir los valores día a día, y sean personas de bien para sus familias y la comunidad.
Por: Juliana Franco
Jennifer Velázquez